Busca que los pesos visuales de los elementos no estén descompensados.
El equilibrio pictórico se preocupa del peso psicológico, que está influido por la atracción ocular relativa de los diversos elementos compositivos de la imagen. Cada elemento atrae de acuerdo con su tamaño, forma, valor tonal, color, movimiento, dirección, contraste con sus alrededores y situación dentro del encuadre.
En toda obra debe haber un nexo que proporciona unidad, este puede ser el color, la textura, la luz… El ojo busca instintivamente el equilibrio y al observar una imagen el espectador considerará los puntos individuales como una misma entidad, sobre todo si existe entre ellos dicho nexo.
Hablamos de equilibrio estático cuando las imágenes son puramente simétricas o tienen un equilibrio basado en elementos débiles. Estas imágenes son agradables a la vista pero no especialmente impactantes.
Cuando se produce un equilibrio entre elementos fuertes, o de pesos aparentemente desequilibrados, hablamos de equilibrio dinámico. Son imágenes con mucha más fuerza y tensión.
Cuando se habla de equilibrio, a veces es más fácil calcular las formas y el espacio con la fotografía del revés.